Al preparar una deliciosa cena, es común olvidarse de los materiales en los que trabajamos. Cuando trabajamos con una encimera de cuarzo, debemos ser conscientes de algunas de sus limitaciones. Aunque el cuarzo es reconocido por su durabilidad, ya que puede durar más de 25 años con el cuidado adecuado, también tiene debilidades. El cuarzo consta de un 90-95% de mineral de cuarzo natural y un 5-10% de resina de polímero, que es lo que le da resistencia y color.
Podrías pensar, ¿por qué no se pueden colocar las ollas o sartenes calientes directamente sobre esta superficie aparentemente robusta? Bueno, la respuesta tiene que ver con las resinas que se utilizan en la mezcla. Estas resinas no soportan bien el calor extremo; comienzan a descomponerse a temperaturas alrededor de los 150 grados centígrados. En muchos hogares, las ollas y sartenes calientes suelen alcanzar temperaturas superiores a los 200 grados después de estar en la estufa.
La industria ha reconocido que, aunque el cuarzo es resistente a manchas, rayones y ácidos, la resistencia al calor es su talón de Aquiles. Marcas como Silestone y Caesarstone han advertido a sus clientes sobre los daños potenciales de exponer sus encimeras a altas temperaturas. En un evento reciente sobre diseño de cocinas, un experto mencionó que el cuarzo, al diferenciarse del granito, es vulnerable al choque térmico, que podría ocasionar grietas o decoloraciones permanentes.
Para evitar este tipo de inconvenientes, siempre recomiendo el uso de salvamanteles o protectores de silicona; estos elementos son relativamente económicos y pueden soportar temperaturas elevadas, actuando como una barrera eficaz entre el calor de tus utensilios y la superficie. Si consideramos el hecho de que una reparación podría costar varios cientos de euros, es mejor prevenir que lamentar, ¿no crees?
He presenciado varias situaciones donde la negligencia termina en consecuencias lamentables. Un amigo mío, sin ir más lejos, hizo caso omiso de las recomendaciones y terminó con una decoloración fea en una encimera que no tenía ni seis meses. ¡La frustración fue inmensa! Es importante mantener en mente los principios básicos del mantenimiento y el cuidado cuando invertimos en elementos estéticos y costosos para nuestra cocina.
Entonces, si estás pensando en cómo mejorar tu experiencia en la cocina, considera tanto el diseño como la funcionalidad y el mantenimiento. El cuarzo, con todas sus ventajas, requiere ciertos cuidados específicos; simplemente añadir un salvamanteles podría ahorrarte dolores de cabeza y dinero.